Por estos días Sara Giraldo Diosa de 18 años cursa primer semestre de Medicina Veterinaria en la Universidad La Sallista. Al mismo tiempo está incluida dentro de los 45 .000 jóvenes o niños que sufren de algún tipo de epilepsia en Antioquia según el Instituto Neurológico de Colombia.
Durante el tiempo que lleva padeciendo la enfermedad, son cinco las convulsiones que ha soportado, perdiendo la conciencia en casi todas y con aproximadamente un minuto de duración.
La última convulsión se presentó en enero de 2009, mientras desayunaba junto a su madre. De un momento a otro sintió como perdía el control de su cuerpo y caía al suelo; sus manos comenzaron a sacudirse de un lado para otro.
Al terminar la convulsión, su cuerpo se encontraba completamente agotado y no podía valerse por sí misma, dejó de asistir tres días al colegio San José de la Salle donde cursaba 11, y cuando regresaba en ocasiones era objeto de burla, con indirectas no siempre mal intencionadas pero que la afectaban y hacían desfallecer en ocasiones.
Similar a Sara, David Andrés Díaz de 20 años estudiante de diseño grafico de la Universidad Cooperativa de Colombia, sufre epilepsia simple desde los 11 “me tiembla todo el cuerpo pero no quedo inconsciente, me dan cada dos o tres años los ataques” expresa. Su tratamiento consiste en tomar 4 dosis de 250 mg diarias de ácido valproico y según él, su doctor asegura que en cinco años estará completamente curado.
En Colombia la epilepsia se presenta en 21 de cada 1000 personas, lo que indica que son aproximadamente 900.000 habitantes los que padecen la enfermedad.
Aunque Sara Giraldo Diosa no trasnocha, no fuma, no ingiere alcohol, “tampoco me voy a quedar encerrada en la casa” enfatiza. Hace parte de diferentes instituciones que defienden los derechos de los animales en la cuidad. Trabaja en cualquier proyecto ecológico que se le atraviese y se dedica a vivir de la mejor manera y aprovechando la segunda que “Dios me dio” concluye.
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